Feliz día del padre
Micro cuento
Engañado
Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México
Aprendiz de guarda bosques
Por Roman Lóglez
Palenque, Chiapas, México
Acobacia
Por Vilma Edith PÉREZ CERVANTES
Matamoros, Tamaulipas, México
Con el Sabor de la Melcocha
Por Raúl DE THESY Y RR
Palenque, Chiapas, México
Poetuits
Tentación
Por César RAMOS
Ciudad de México
Poesía
Abrí la puerta
Por Juanita POCHET
Buenos Aires, Argentina
Soledad
Por Jesús HERNÁNDEZ
Palenque, Chiapas, México
Desborda el alma
Por Yolanda CEJA GARCÍA (D.R)
Ciudad de México
Micro cuento
Engañado
Por Mario
Luis ALTUZAR SUÁREZ
Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas, México
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Micro cuento
Aprendiz de guarda bosques
Por Roman
Lóglez
Palenque,
Chiapas, México
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Mira Jesús a sus hijos, desde el Monte de los Olivos. Suspira y piensa:
“Nada han aprendido”.
Y en algún lugar de la Ciudad de México, El Engañado necesita cuatro
días para asimilar el trago amargo de la traición.
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Esa noche, todo era silencio. Caminé por senderos indicados y a
pesar de las instrucciones dadas, aun así me perdía en mis recorridos.
De pronto vi un pequeño sendero y me dirigí a el caminando lento, sin prisa;
al fondo una casita con un solo farol en un bello círculo despejado, con solo
un manto de diminuto pasto que invitaba a rodar sobre él.
Del fondo de
la cabaña una leve luz y me paré a admirar tal belleza como salido de cuento,
y desear ser su huésped. De pronto risas y vocecillas salían de él. La
curiosidad me llevó y me asome a ver al interior...aun parpadeo me encontré
solo en el centro de aquel pasto verde húmedo por la noche, solo y sin risas,
sin vocecillas y sin cabaña. Alce los ojos al cielo y solo vi, un cielo
estrellado, arboles, concierto de grillos nocturnos; entonces, cerré los ojos
y...¡¡Desperté llorando?
Mayo 4 de 2018
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Poesía
Abrí la puerta
Por Juanita
POCHET
Buenos Aires,
Argentina
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Micro cuento
Acobacia
Por Vilma
Edith PÉREZ CERVANTES
Matamoros,
Tamaulipas, México
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Me enamoré amigos
como el niño de sus juegos
amé el paso de 1a tarde embravecida
saboreé sorbo a sorbo
los olores de invierno
cultivé las mejores flores
abrigué el otoño entre mis dedos
esculpí versos en el pensamiento
corrí avenidas
me llovizné de sudor
regué huertos
amé la distancia y la cercanía
puse la primera piedra
abrí la puerta de mi mañana,
me enamoré.
De su libro: Estaciones
Santiago de Cuba, 1992
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* * *No constan las palabras vanas
jamás florece su evidencia,
te vez tan mal cuando reclamas
al destruir la convivencia.
Será mejor que en la mañana
con todos tengas indulgencia,
verás las relaciones sanas
para lograr la complacencia.
Sabrás cuantos amigos ganas
mudando toda tu existencia,
si dando un gran amor te afanas
el alma no tendrá dolencia.
Los líos son tan inhumanos
embustes solo manifiestan,
actúan con tanta estridencia
usando frases muy malsanas.
Al corazón así proclamas
reálzalo con providencia,
sabrás, cordialidad derramas
para dotarlo de clemencia.
Disfrutarán con tu presencia
también harás notar tu ausencia.
Verás la luz por la ventana
y tu felicidad temprana.
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traían desde las tierras zoques, con estampas bien trabajadas que
cautivaron al respetable con sus danzantes botines acharolados que también
sacaban lumbre que ni a sobrerazos se apagaban y llegaron los del sombrero
charro que recibían el premio de un furtivo beso; llegando al punto àlgido
sacado del sotavento con trajes de impecable blancura..."Ay que bonito
es cantar..." y así nos embrujaron con sus cascabeles de oro y plata.
Vaya un abrazo a Gustavo Domínguez, Maestro de Maestros en el arte de la
Danza, quien del inframundo Maya sacó al Arquitecto Chambalú para premiar a
los visitantes.
No somos ese minúsculo punto azul de la galaxia, esta noche el
Pueblo Mágico fue una rutilante esfera áurea que nos trastorno con el sabor
de la melcocha.
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