Román Lóglez (Román López González)
Palenque, Chiapas
Originario del Municipio de Palenque, Chiapas. Escritor, Poeta, Dramaturgo, Actor de Teatro Experimental, Músico, Promotor Cultural, Mediador de Fomento a la Lectura del Programa Nacional Salas de Lectura y Paralibros, desde el 2000, como miembro honorífico. Maestro en el arte de la Lapidaria y Guía de Turismo de Cultura y Aventura… fue Miembro -fundador y colaborador de la Casa de Cultura "Fray Pedro Lorenzo de la Nada" (1979-2002); del 2002 al 2011, Director de la misma dependencia Estatal. Creador del Programa Literario radiofónico "Krnavalito de Palabras" en la 89.9 F.M Radio Saraguato y en la 91.9 F.m. Laklumal (2011-2016). Fundador del Centro Cultural Independiente "Bajlum Votan" (2012); Diplomado en Promotorïa y Gestoría Cultural; Diplomado de Profesionalización de Mediadores de Lectura; Seminario en Historia del Arte; Cursos y talleres de fomento de lectura y formación lectora y creación literaria. Ha colaborado en el libro de "cuentos del inframundo maya" con su obra Literaria "El tigre blanco del Zuluzúm'; en el libro colectivo Pushcagua, con el cuento: "El hijo del trueno" y en la antología del X encuentro de escritores Sancristóbalenses con los cuentos: "Los Pech" y "La serpiente del chinal". Sus trabajos literarios se han publicados también en diversas revistas y periódicos de circulación local y estatal. Colaborador en la revista CRITERIO, con artículos de investigación Etnogastronómicas. Miembro fundador del Movimiento Literario “Los Equidistantes”, con el Maestro Mario Luis Altuzar Suarez y Raul Vera Sanchez (2017). Actualmente desarrolla actividades artísticas, culturales y literarias como Promotor de Cultura Municipal, asignado a la Biblioteca Pública “Estación El 60”, de la colonia Pakal-na y Director del Centro Cultural Independiente "Bajlúm Votan".
Roberto López Moreno
Ciudad de México
Email: robertolm2007@yahoo.com.mx
Página web: www.robertolopezmoreno.com
Roberto López Moreno, nació entre Huixtla, Chiapas, y las 12
horas, luego entonces, es hijo de los códigos del fuego. Licenciado en
Periodismo, poeta, narrador y ensayista, ha representado a México en países tan
disímbolos como Argentina (América canta en Salta); Colombia (Encuentro Internacional
de Poesía en Medellín); Struga, República de Macedonia (La noche de los
Puentes); Berkeley y Oakland, Estados Unidos de Norte América (La poesía a través
de las fronteras); Santiago de Cuba; (Congreso Mundial de la Poesía); Ciudad de
México (Poetas del Mundo Latino).
En la ciudad de Panamá, en varias ocasiones, ha formado
parte del Jurado Internacional del Premio de Poesía Ricardo Miró. En 2007 fue
propuesto para el Premio Nacional de Ciencias y Artes por parte de la Dirección
de Publicaciones del IPN. Obtuvo en 2001 el Premio Chiapas de Letras; es autor
de varias decenas de títulos publicados en instituciones como UNAM, UNACH, UAM,
IPN, CONACULTA, Fondo de Cultura Económica, etc., así como en pequeñas
editoras, apoyando desde ellas el movimiento editorial independiente del país.
Ha participado en las bienales de Poesía Visual, Arte Correo y Artes
Alternativas que durante décadas impulsaron César Espinosa, Aracely Zúñiga y
Leticia Ocharán, entre otros. Es miembro del Club Primera Plana en la ciudad de
México y de la Federación de Asociaciones de Periodistas de la República
Mexicana (FAPERMEX) así como de la Sociedad Mexicana de Geografía y
Estadística, primer organismo académico creado en América Latina por don
Valentín Gómez Farías en el Siglo XIX; fue presidente fundador de la Academia
de Poesía de la misma SMGE. Es autor de la forma poética denominada
Poemuralismo, para estructurar a través de poemas de larga extensión un
lenguaje poético latinoamericano contemporáneo. La tesis nace de la fusión de
una línea horizontal representada por la iguana que simboliza la sabiduría al
recorrer la tierra cada milímetro, y la línea vertical, representada por el colibrí,
el vuelo de la imaginación creadora que se desprende de la sabiduría terrenal.
Las dos líneas al fusionarse forman un ángulo recto, que
viene a ser la Morada del Colibrí, en donde se forja la cultura de América
Latina. En contraposición a los poemas largos del poemuralismo también es autor
del Movimiento Poético Laconista. Se trata de poemas cortos para subir a las paredes.
Son breves construcciones de dos líneas, hechas con base en un verso
endecasílabo (verso mayor) y otro, octosílabo (arte menor) para lograr con esa
unión un tensado de poemas breves que conviertan los muros de las ciudades en
las páginas de un gran libro urbano (En un lugar de la herida/ de cuyo nombre
nacerá la vida). Es también el creador del concepto poético: Ábrara. El
CONECULTA de Chiapas, le publicó un libro con ese nombre y la editorial Praxis
de la Ciudad de México, su libro de poesía titulado: E=mc 2. Definición de
Ábrara: “es el segundo anterior al primer segundo multiplicado por la raíz
cuadrada de la luz”. En palabras del poeta José Lezama Lima sería: “El rayo de
luz impulsado por su propio destino” (Lo que no es pero ya es desde su ínfima
partícula que forzosamente viene de haber sido). Cada instante de la existencia
es “ábrara” de sustanciales acontecimientos. El ábrara también puede ser
identificado con la figura geométrica denominada:
Pentakismyriohexquisquilioletracosiohexacontapentagonalis (Polígono de 56.645
lados). Finalmente, es creador de la Fundación Erik Satie de la que funge como presidente
y único miembro. La Casa de la Cultura de su ciudad natal lleva su nombre.
COATLICUE
Por Roberto López Moreno
Dios te salve Coatlicue, llena eres de gracia y de
desgracia, parida de la sombra. Luz tremenda, devoradora que repartes las
mazorcas de tus manos, de tu collar de corazones, del cráneo con que ciñes tu
cintura. Madre tierra de donde parte y a donde llega todo, amargo y dulce
nuestro, terriblemente tierna, tiernamente terrible, míranos crecer,
multiplicarnos, pegados a tu difícil carne litográfica, en tu tatuaje de
estrellas en donde hace sus cónclaves el cosmos. Tú, la sabia, la que elevas
las serpientes de la tierra hasta las sienes, hasta la altura de los
pensamientos; tú, la docta, eje de roca, binomio que fusiona tierra y cielo;
tú, la culta, eleva nuestro barro hasta tu altura, enciéndenos, con esa
incandescencia de la entraña de la que proceden tu belleza de espanto, tu
ríspida ternura, los dos ofidios en los que se besan, arriba, las sangres de la
vida y de la muerte. Madre: cuando juntaste el cielo con la tierra para crear
la chispa del milagro, una palabra, un acto, un testamento, se hicieron a sentar
su sitio en el espacio. Así naciste el tiempo, en el interior de esta la
nuestra casa, un manojo de células apenas para medir el río de la sangre, para
medir el miedo y la alegría, el dolor, los dolores: el del hueso y el del
pensamiento; para medir la dicha y el placer, el odio y el terror, y las
canciones. Total, todo entraba dentro del ámbito de aquel milagro. Y hubo más:
la arteria plural creció sus redes en la penumbra del rectángulo, se amplió
hacia los destinos de la carne; hubo un vientre que se vistió con el dolor de
las prisiones, que se nutrió con el alcohol homicida de la mitad de la calle,
con el ansia del mercader, con el desencanto del baldado; hubo un vientre que
mordió el amargo por los desheredados, por los desposeídos, por los que llevan
la vida como un puñal clavado entre los días, por el cuchillo que empuñó el
suicida. Pero también tocó la luz, la hizo, y ahí; en el centro de la luz y de
la sombra, creció la eternidad del sumo verbo. Madre: cuando juntaste el cielo
con la tierra estallaste la chispa del milagro. Diosa te salve, Coatlicue,
padre nuestro que estás en el universo, zumo de tu principio dual. La enorme
culebra de tu centro aparece debajo de tu falda para lancear las humedades de
la primavera, para hacer girar los astros sobre el brioso eje de tu punzada
exacta. Diosa te salve, Coatlicue, padre nuestro, trinitaria estructura en
ascenso de sus trece cielos, garras de águila. Madre nuestra: levántanos,
agítanos; míranos ciegos, postrados, inmóviles, con el aliento vencido ante el
pavor por la misteriosa simetría. Hijos de tu vientre telúrico, frutos de tu
útero de lava, niños somos del terror con el que la tierra alcanza su alegría.
Míranos, madre, míranos ciegos. Indefensos ante el terremoto, entre los dientes
bestiales de la tormenta, reos del miedo, y del valor del necio, bajo el
fogonazo del relámpago. Cúbrenos, madre, bajo tu falda de serpientes, en medio
de tu sínodo de estrellas, en la adolorida cruz de tu cuerpo de piedra.
Nosotros, los planetas de tu entraña te ofrendamos la evanescente algarabía de
los cascabeles con los que nos dotaste para el canto.
Nicolás López Arcos
Palenque, Chiapas
Originario del Ejido Adolfo Ruiz
Cortinez, municipio de Salto de Agua, Chiapas, promotor cultural, traductor; ha
impartido talleres de literatura en lengua ch’ol con jóvenes interesados en
conocer la lengua y la literatura maya, ha dictado conferencias con temas de la
cultura maya en varios centros educativos del estado. Autor de varios poemas
editados en libros y revista de la entidad chiapaneca, coautor de del Anuario
del CELALI Jabil Ame, de la revista Nuestra Sabiduría, del Paquete Didáctico en
Lengua Ch’ol, Manual de Enseñanza de la Lengua Ch’ol, de la Universidad
Intercultural de Chiapas (UNICH) correspondiente del primer al cuarto semestre
y un Vocabulario
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