sábado, 30 de diciembre de 2017

En la edición del 30 de diciembre de Los Equidistantes


* Microcuento

Esquelético desempolvado

Por Mario Luis Altuzar Suárez


* Poesía

Canto silente abismal

Por Román Loglez


* Poesía

La piedra que me arroja

Por Haidé Daibaán


* Microcuento

Legendarios Vaqueros

Por Raúl de Thesy y R.R.


* Reflexión

Por Octavio Raziel


* Poesía

URBI ET ORBI
Promesa de Año Nuevo

Por Irene Mercedes Aguirre
(Invitada)



Esquelético desempolvado
Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ


Canto silente abismal
Por Román LOGLEZ

Lo desempolvaron. Como cada seis años. Ahora, esquelético. Sin memoria. Lo sacaron del baúl. Acomodado en la cabecera, preside a los ambiciosos. Esos fementidos que se sienten poderosos gesticuladores. Piensan ser dueños del tiempo para detenerlo a su interés y conveniencia personal y de grupo. LO presentan en la comilona ranchera: “¡Y con nosotros, el nieto del Gran Prócer!” Aplausos que acompañan las cínicas sonrisas de la oligarquía bastarda. Satisfechos por la sofista legitimación del ungido sexenal. Como en aquellos tiempos en que el Desempolvado era tan Poderoso a nivel nacional, por obra y gracias de compartir amante en un lujoso departamento de l calle de Amores en la Ciudad de México, con uno de dos herederos de Agua Leguas, Nuevo León. El primogénito socialista casado con una hija de chiapaneca y preparado para la presidencia, aunque su hermano menor, cargador del portafolio potosino, era adoctrinado con los ideales tricolores. ¡Y del que fue uno de los importantes Secretarios! Un Esquelético rememorador de su trayectoria política. ¡Ah! Cuantas traiciones impunes. Válidas para ser el número uno… aunque fue del Estado con tantos indígenas y campesinos muertos o desaparecidos en tan solo un año, y después del Partidazo. Y ahora, sus fieles discípulos y paisanos, se sienten los perfeccionados en la traición impune. Apuestan a la amnesia histórica de los electores. Piensan que ya olvidaron la traición al Partidazo al sumarse a un mexiquense adoptado por los herederos del traidor a la independencia estatal. O aquella que les llevó con el junior traidor a su propio género, a despojar indígenas y campesinos. ¡Hasta se quisieron robar un río con todo y cascada! Y se juramentan en respetarse entre iguales en la manipulación del poder político. A la sombra, claro, del desempolvado que se ostenta sin serlo, el nieto del único Prócer del llamado Lugar de Alfareros. Sin percatarse que ellos siguen siendo los mismos miembros de la Oligarquía Bastarda. Los demás… ya no son los mismo de ayer.

Duele la montaña que muere

Duele El árbol que extraña al nido

Duele El cenzontle sin  el árbol

Y duele  la ausencia de su canto

No se oirán tus palabras

Tus órdenes ni el teñir del machete

Sobre el duro trozo de madera

Para cumplir con tus designios

La belleza del pájaro quetzal

Se ausentará  de  tu ventana

Quien todas la mañanas

Solía saludarte  acariciando tu rostro

Tus pasos  no se oirán ya  en el trajín

De la cocina para alimentar a tus hijos

Ni el olor a café de olla con las charlas

Alegres de tu voz matutina

Te vas tranquila tomada de la mano

De la madre que  añoraste siempre

Desde de tu niñez a tu partida

Estarás   en cada poro de mi piel

Vivirás para siempre en cada uno de nosotros

En mis alegrías  en mis tristezas

En mis desventuras  en mis sueños

Y al final  nos tomaremos de la mano

Y no separarnos jamás, jamás mamá

Agosto 12 del 2016

La piedra que me arroja
Por Haidé DAIBAN


Legendarios Vaqueros
Por Raúl de Thesy y R.R.

Primero fue la piedra,

         inanimada muestra de fuerza,

         destrucción en potencia ,

         arista hiriente.

   La pulida piedra en mi mesa,

         sobre mis libros, aplastando

               a la palabra ,

   o bajo mi pie, contención

               y límite, neto.


    Conocí la piedra castigo,

           piedra altar

           y corazón de piedra.


   ¿Cuándo, al tomarla en mis manos,

           me arrojará al fin,

           para enseñarme a volar?  
   
Del libro: Los indicios
Argentina

Cuando veo pasar por las calles del pueblo o me cruzo en la carretera  con las redilas ganaderas transportando semovientes; no puedo menos que evocar los tiempos de las calles sin pavimento hidráulico, únicamente trazadas y cubiertas de zacate donde la circulación era siempre en doble sentido y por locomoción pedestre o a caballo,  aunque ya circulaban algunos vehículos motores. Eran los tiempos de las “carreras de San Juan”, cuando el movimiento del ganado lo realizaban  hombres de a caballo.  Entre estos jinetes podemos nombrar a algunos que hasta finales del siglo pasado se negaban a sucumbir ante la fuerza motriz. 

Destacan en el recuerdo: Joaquín Gutiérrez “El Viejo”, hombre curtido por mil soles de mayo, sombrero “Alacrán” agachado,  sobre un caballo alazán tostado y silla de la misma edad que su jinete;  José Luis Rodríguez  “Güicho”, de complexión delgada, sombrero doblado hasta hacer pico en la punta, montando caballo cuatralbo y caracolero; Barragán,  individuo de gran estatura, sombrero de ala ancha, caballo zaino casi  percherón,  acorde al jinete.

 Todos estos hombres de encorvadas piernas, contribuyeron grandemente al desarrollo ganadero  pues para ellos la lluvia, el lodo o los ríos  caudalosos  no fueron nunca óbice para que ejercieran su trabajo de transportar  ganado y; paradójicamente en sus tiempos jamás se desarrolló el abigeato, ya que fueron centauros de probada honradez que no prestaban sus servicios  a delincuentes.

Vaya pues un ¡Salud! Por y con los legendarios vaqueros dela ayer.

Diciembre de 2017.

La vida como es…
De Octavio Raziel

URBI ET ORBI
Promesa de Año Nuevo
Por Irene Mercedes Aguirre


Día con día vamos perdiendo el derecho a tener derechos.

Todo cambia en el mundo, se desliza la Tierra

sobre el eje constante que la afirma y sostiene,


gira y mutan sus suelos, el agua que contiene,


la vida que se esparce, lo feliz, lo que aterra.


Por el vasto horizonte, la Humanidad retiene

el lejano recuerdo del caos que se cierra,

solapado, impreciso, como un grito de guerra

que busca un  flanco débil y entonces   sobreviene.

Destrucción en ascenso, se traslada, va y  viene,

aprieta y desconcierta, se expande  y nos aferra,

¡y con nuestra  ignorancia  más ventajas obtiene!



Mas llega el Año Nuevo y  con fuerza destierra

al oscuro presagio que entre sombras adviene

¡Con su luz de esperanza lo  acorrala y encierra!

sábado, 23 de diciembre de 2017

Seis escritores en la edición del 23 de diciembre de 2017


* El irlandés “preparado”
Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

* El caballo de don Gutiérrez
Román LOGLEZ

* La vida como es…
Octavio RAZIEL
Invierno

* Mariposas
Por Fabiana COSTA
Nuestra invitada

* Alta Traición
Roberto LÓPEZ MORENO

* Te escribo
Francisco GÓMEZ MAZA

De última hora

* Sórdido
Raúl VERA SÁNCHEZ

* Cuando me vaya
Por Mariluz DÍEZ SALVIEJO
En tributo al viaje eterno de la compañera de Letras


El irlandés “preparado”

Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ

El caballo de don Gutiérrez

Por Román LOGLEZ
…¡aaaaaahhhhhh! Aspira profundamente al ritmo de sus recuerdos satisfactorios. ¡Todos lo habían descartado! El irlandés mezclado con libanés y español, gesticula burlonamente: ¿Y cuál es tu mérito?, me preguntó. Y la respuesta por su obviedad fue contundente: Tengo 19 años de preparación. Y lo entendió. No leyó cinco libros pero no son necesarios para que pudiese comprender. En ese 1998 corregí el error de mi padre. Enterré las huellas del origen, proceso y conclusión de la peor crisis financiera. Y con el nuevo organismo protegimos las nuevas riquezas dejando en la indefensión a los nuevos miserables. Compartimos agradecimientos mutuos. ¡Garantía de que estoy preparado! Proteger su impunidad y riqueza, personal, familiar y de grupo. ¿Qué más podía pedir? Y cómo magazo sacó de la chistera su mejor chiste en un partidazo que ni a chiste llega desde ese marzo de 1994 en que pusieron a otro chistoso despartidizado pero muy cercano a un apátrida francés. La suerte está echada y nada ni nadie puede interferir en mi destino manifiesto escrito por mis antepasados que traicionaron a sus compatriotas perdedores y se engrandecieron con la flema británica para atravesar el mar y fundar esa Gran Patria a la que nos asimilaremos como la North American Union. ¡Claro que estoy preparado! Y sí, habrán perdedores, pero no seremos nosotros, serán ellos, los perdedores de siempre.
Palenque en los años 70’s, todavía, era vegetación. La calle principal estaba enchapapotada o petrolizada al igual que la circunferencia del parque. Todas las demás, empedradas y enzacatadas.  Aquella ocasión, don Gutierrez después de una dura jornada vaqueriando, ordeñando a las suizas y holandedas, sembrando postes y estirando alambres, dejó su caballo suelto en su rancho. Le quitó la silla y el freno; lo jaló al potrero junto al ganado, lo palmeó y éste al verse libre, pegó unos reparos; se revolcó, relinchó  feliz y se fusionó con el hato del rancho. Don Gutierrez, se sacudió  los pantalones, tomó su morral, se quito las espuelas y las colgo en el hombro izquierdo; y agarró camino  por toda la manga del rancho, hasta llegar al pueblo.  Se vino a su casa muy confiado que no se dio cuenta que, por el cansancio, dejó floja la tranca de golpe  del potrero y el caballo  acostumbrado a las faenas y conocedor del camino, abrió y se vino rumbo a la casa de su amo, y ahí se quedó. A la mañana siguiente don Gutierrez, al levantarse,  después de despejarse, lavarse la cara y cepillarse los diente,  abrió la puerta y vio asombrado que en el patio del solar, estaba el caballo parado esperando y el ganado echado a su alrededor. Se preguntó _¿cómo es que el caballo y las vacas, estaba en las afuera de su casa en pleno centro de palenque?_ Claro, el noble corcel era  muy diestro y  conociendo el camino,  se dejó venir y, el ganado tras él.

15 de junio 2017.
La vida como es…
De Octavio RAZIEL
Invierno
Para Mónica Elizabeth

Mariposas
Por Fabiana COSTA

Tu nombre se funde
Con las olas del mar
Que como carolas…
Como rizos lo envuelven
Lo revuelcan entre
Cientos de besos
Ardientes en el día
Frescos en la noche.
Mientras repito tu nombre
Me sumerjo en la espuma
Gritando cuanto amar te quiero.
Hoy he soñado, como sueñan
Los enamorados
Aquellos que,
Abandonados,
Ven llegar su final,
Sin esperanza de amar,
Sin anhelos ni ilusiones
Morir frente al mar.
He soñado con estar
Contigo, sin ayer ni
Mañana, sólo soñar.
Ahora sólo queda
Caminar arrojando
Mis culpas al mar
Que sean esas aguas las
Que mi pasado puedan lavar
Navegar junto a
Invisibles navegantes
Cuyo espíritu veré flotar
Aprovechar el sotavento
De la vida y navegar
Junto a los náufragos
Cuyas almas
Ha tragado el mar.

Él sabía que no debía correr
en ese valle silvestre
ni intentar atrapar mariposas.
Conocía muy bien el secreto
cuidaba su jardín
para que ellas se asomarán
y vibrarán en un juego.
Fascinado por su belleza
a las monarcas seguía
con su mirada pérdida.
Y en su esmero afanoso
por decorar su espacio
con las mejores margaritas,
tulipanes y amapolas...
Paciente esperaba
a la primavera que llegaba
cada año presurosa.
Él sabía esperar...
sabía regar su jardín ...
Y allí a su existencia, llegarán
en una nueva estación
las mariposas más bellas .
Esas que Mario espera
con el deseo tan sólo
de admirar su belleza.

* Uruguay, Canelones
Para mi amigo Mario Luis Altuzar Suárez esperó sean de tu agrado mis letras.

Feliz navidad y prosperó 2018 para ti y toda tu familia. Un abrazo de luz!

Diciembre 19 de 2017.

Alta Traición

Por Roberto LÓPEZ MORENO


Te escribo

Por Francisco GÓMEZ MAZA

El viento
es un pájaro en flauto sostenido,
tono de aguda tónica y filo dominante
marcando el compás zarco de arteras agonías
en lentitud que suma lenta
para mayor angustia. Alta traición,
porque se trata de una lentitud vertiginosa.
En México son las horas,
el flauto sostenido aulla
como en el filo de un deceso,
de eso, de lo muy nuestro
industria el sonido que no pasa, que pesa
como un país vendado,
como agnición vendida.
Ven… ido.. ¿quién?, ¿es?...
Ven… sido, sigue siendo,
habemos quiénes te lloramos.
Y te gritamos horizonte a grito ardiendo.

Diciembre 22 de 2013.

Mira
que te escribo en mi pecho
en mi frente
en mi nariz
en mi lengua
en las huellas que dejan mis sandalias
en las lágrimas que surcan mis mejillas

Te escribo en mi dolor de espalda
dolor que me hace trizas
que me mata
que sólo tu comprendes

Te escribo en la tierra
en el fuego
cincelo tu nombre
en el agua
en el aire

Estoy escribiéndote
desde que te te llevaron a la fuerza
desde que te arrancaron de mi seno

Mas necesito saber de tu destino
de si estás enterrado en una fosa clandestina
o encerrado a piedra y lodo
en cualquier mazmorra
o ya tu humanidad es sólo viento suave

Recuerda que polvo eres
y que en polvo te convertirás...

Mas no cuando ellos quieran...

Diciembre 20 de 2013..

Sórdido

Por Raúl VERA SÁNCHEZ

Cuando me vaya

Por Mariluz DÍEZ SALVIEJO


Enrollada en la cuerda del yoyo, la única moneda producto de la menguada generosidad del abuelo, yace en el infantil bolsillo desde hace varios días.
El niño, duda en qué ha de invertir este fabuloso tesoro que celosamente ha escondido; poniéndolo a salvo de la rayuela, de diversas ofertas diseminadas por la calle en forma de pequeños soldados, caballos, autos, luchadores y aún de las golosinas de la escuela.
Al llegar al parque, su mirada salta presurosa sobre los coloridos algodones, los olorosos churros, los tentadores gaznates o el ruido del carrusel.
Pero en un momento, la inocente mirada es atraída por el viejo ciego que, vestido de andrajos, cruza la calle en un alarde de valor o desprecio por la vida, ante los chirridos de llantas, pitar de bocinas e infinidad de improperios proferidos por violentos conductores.
Una vez llegado a cualquier rincón, el pordiosero se deja caer sobre las baldosas y de sus harapos extrae una pequeña escudilla que coloca enfrente de sí mismo, invocando la caridad cristiana para este desheredado de la fortuna.
La generosidad infantil no duda ni un momento. Desprendiéndose de la mano materna, corre hacia el menesteroso y, sin pensar ya más en las vendimias de la plaza, deposita su único caudal, cual fraternal ofrenda a la solidaridad humana.
El gesto pueril, es plenamente observado por un par de ojos ladinos que cobardemente se esconden tras las gafas oscuras, y la torcida boca desdentada, dibuja un rictus de malsano placer al escuchar el tintineo de la solitaria moneda en el cacharro, al tiempo que las descarnadas manos saltan voraces para apropiársela.
Lo que ignora este insaciable prestamista disfrazado de mendigo, es que ni esta ni miles de monedas más, habrán de llenar el inmundo pecado de su avaricia anidado en su alma podrida.
El candoroso corazón del niño, ni siquiera espera un: gracias. Su impuesto está pagado, porque, sin que él lo sepa, desde una pequeña rendija, el Niño Dios lo está mirando.

Junio 15 de 2010.


Me iré como todos al toque de campana,
Marcharé sonriente a danzar con estrellas de plata,
Vestida de seda mí pareja será la luna redonda,
La gasa cubierta de rosas la ofrecerá sus fragancias,
A esa redonda blanca que cerrará mis pupilas desgastadas.

Iremos hacia la travesía buscando nuevas aventuras,
Y aunque me vaya desnuda de la tierra dentro de mi alma,
Llevaré la alegría de cientos de partituras para bailarlas,
Junto a las sonrisas que me reportan al cantarlas,
La emoción de una lágrima al son de una letra

Cuando hay que llorarlas por la sensibilidad que siembran,
En el delirio de dos cuerpos que se estrechan,
Para declarar su amor mientras sus manos se trenzan,
Entre sonidos de notas y letras románticas sin tregua,
Guarecidos en emboscadas sombras hasta que amanezca.

Me iré como todos aunque no quiera llegará la hora,
Pero cuando me vaya será una despedida festiva,
Habrá música y danzas de Arabia, cumbias, coplas,
Pasodobles, rumbas, boleros, englobadas ante mi caja,
Redoblarán las maracas los tambores y las palmas,

Las sonrisas los abrazos llegarán a mi nueva casa,
Convertida mi esencia en misterio que ley o azar disponga.
En polvareda, molécula, partícula o ave viajera,
Sentiré esperanzada como negra y semicorchea,
Pueblan de cantos la tierra rica o seca,
Invadiendo de armonía musical el planeta,
Percibiré amor en un caudal de manos estrechadas,
Solidarias entregadas con ritmo para aquellos que les falta.
Cuando no esté entre vosotros habré dejado algazara,
Un compromiso de amistad que no cuesta y se regala,

Porque os amo sin distinción sin ninguna diferencia,
Os dejo la libertad del diapasón o de las castañuelas,
Sin importar a que raza pertenezca es universal y basta,
Y así quiero que sea cuando me digáis adiós en serenata.
Cuando me vaya llevaré también vuestra amistad,

Banderas de mis entrañas para plantarlas en la cimas,
Que encuentre en ese viaje de intriga que me aguarda,
Donde nadie pueda atacarlas y cada segundo pueda besarlas,
Solo entonces podrá descansar mi alma serena,
Teniendo vuestra amistad no importa en que lugar duerma.

Vosotros me hicisteis música estoy echa de poemas,
Unas se dicen al viento y otras quedan guardadas,
Allí donde el destino quiera ponerlas,
Aunque no he podido entregar tanto amor que me sobra,

Antes de la partida desharé la maleta,
Repartiendo lo que guarda en aquellos sin mencionar,
Que en mi memoria cuelgan sus nombres con gloria,
Cuando me vaya deja que la música sea lo que se perciba,
Callad las palabras que en este mundo muchas sobran

Noviembre 16 de 2015

En tributo a la compañera de letras, que llegó la Gran Tribuna de la Elocuencia Universal el 14 de diciembre de 2017, a los 63 años, en Santander, España.

Ella se describió: He alternado mi trabajo como enfermera con las letras desde los doce años que empecé a escribir Fui ganadora del premio de narrativa 1982 en el Día de Cantabria-España. Colaboradora con mi poesía del cultural programa radial "Una noche inolvidable" por Radiolaquebrada.com.ar Argentina unos dos años con mis poemas Colaboré en Arcano Radio México, en el Programa "los eternos efímeros" con poesías. Pertenezco al grupo poético "Poemas Audroc". Cancún en México. He realizado varios viajes internacionales entre ellos al desierto de Merzouga en Marruecos y vivido viviendo entre su gente.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Los miedos del Eunuco, El corajudo, InfraRetrato, Coatlicue

Coatlicue del Museo Nacional de Antropología
 y fondo del Zócalo de la Ciudad de Méxic.
Fotocomposición de Arcano Radio.

En esta edición de Los Equidistantes:

* Los miedos del Eunuco
Por Mario Luis ALTUZAR SÚAREZ

* El corajudo
Por Raúl VERA SÁNCHEZ

* InfraRetrato
Por Román LOGLEZ

* COATLICUE
Por Roberto LÓPEZ MORENO


Los miedos del Eunuco
Por Mario Luis ALTUZAR SÚAREZ

El corajudo
Por Raúl VERA SÁNCHEZ

Desde la profundidad de sus miedos, el Eunuco convoca a sus socios. ¿Cómo proteger el producto del saqueo nacional? La respuesta es sencilla: Legalizarse la victimización de los criminales y criminalizar a las víctimas. ¡Juego de palabras! Dice irritado. ¡Para nada!, le dice un asociado con gran expediente en la DEA en funciones de Gran Senecto. Explica que un trabalenguas convertido en Ley perseguirá a los que intenten cuestionar el origen de su riqueza… bueno, la de todo el equipazo. ¡Y lo mejor! Será un dulcecito para los morenos de verde encascados. La lógica reflexión: Si fueron cómplices, que asuman su responsabilidad. Un proceso que se agiliza. Y el Eunuco se siente con ínfulas de Estadista. ¡Se robó a un país con sus millones de habitantes! En una prestidigitación maestra al haber sometido la democracia a las urnas sin capacidad de ser respetado el resultado por los miserables acosados por la persecución carcelaria o de la anónima desaparición. ¡Qué habilidad política! Y todo ante los incrédulos ojos de la indignación mundial y nacional. ¿Qué importa? Es cuestión de seguridad nacional… calmar esos miedos en la profundidad del Eunuco y asociados que se protegen en una dictadura. Una ingeniería tan similar a la del crimen organizado… ¡ni más ni menos que la de ellos!
Diciembre 15 de 2017

Yo fui un hombre muy bravo reflexiona –hoy en un asilo- el viejo Nicolás, desde chamaco fui así, recuerdo que cuando tenía siete años mi Mamá me dio unos cuartazos porque hice mal un mandado y todo ese día no le comí nada de lo que me ofreció; al contrario le vele el sueño y en la oscuridad de la noche me salí de la casa para nunca más volver, estuve caminando sin ver hasta que amaneció pero ya para esa hora estaba cuando menos a quince leguas de mi casa, cuando me encontraron unos arrieros y con ellos me pegue de ayudante de lo que podía, únicamente por la comida durante casi tres años.
En un viaje a San Juan Bautista, me les pelé y me quedé en la ciudad trabajando de lo que pude, hasta que una vez a fuera de una cantina vi a dos hombres que se peleaban y a uno de ellos se le cayó un reloj y estuve dos días afuera de la cárcel esperando hasta que lo soltaron y le entregue su reloj y él en recompensa me llevo a su finca y medio un trabajo que me duro media vida;  recuerdo que cuando ya tenía yo como veinte años me llego buscando mi hermano mayor para que fuera yo a ver a mi Mamá, pero yo únicamente le di dos pesos plata para que se los llevara y le pedí que nunca más volviera a buscarme.
Como al año de eso un hombre de Guatemala me arrebato un azadón con el que estaba yo trabajando y ahí mismo lo maté; y tuve que huirme dejando todo en la finca,  por eso creo que mi familia han sido mi sal.  Con las mujeres tampoco he tenido suerte, porque son seres que nomás no entienden, tu les ordenas una cosa y de inmediato buscan la manera de contrariarte.  Recuerdo que a mi primer mujer la deje a los ocho días de juntados,  nomás porque tenía la maña de hablarme cuando estaba yo cagando; ya se lo había advertido y ese día cuando iba a tomar mi café me vinieron las ganas y salí al patio; estaba yo sentándome cuando empezó a gritarme por mi nombre para decirme que ya estaba el café; ahí se lo deje servido, salí del inodoro y nunca más me volvió a verme.
Junio 29 de 2017.
InfraRetrato
Por Román LOGLEZ

Coatlicue
Por Roberto LÓPEZ MORENO

Recuerdo al abuelo Lorenzo González; cerca de pita y ciruelas; casa amplia de guano y madera. La iglesia del pueblo, al frente; adornado su atrio con papel picado. La algarabía de los chicos corriendo por el  extenso jardín, sobre pasto de estrella. La tenta, el burrito, el toca toca, las canicas y las puyas, no faltaban en ese mundo infantil, bajo la mirada de jóvenes y grandes. El cielo azul adornados de formas y colores saturados de mariposas, estrellas, soles, cometas y águilas inertes.  Unos, con colas gigantes armados hasta los dientes  asesinando a los pequeños que, desarticulados viajan a la deriva para fenecer en el vacío y en las vorágines del día. Todo, todo era alegría. Nadie faltaba de la aldea, por la tarde, reunirse con fines recreativos distintos; mientras, el abuelo prepara su discurso narrativo a los chicos, con fantasías y realidades, que hacen mellas a las mentes infantiles, viajando por el mundo, el universo, la historia, de héroes y bandidos, de personajes buenos y malignos, cada uno construía su mundo salido de la voz cálida y sonriente del viejo, sabio en el manejo de la narrativa. Después de un gran lapso de tiempo, cuando el manto cuervo cubre el día, el abuelo Lencho, deja los cuentos  de fantasma y aparecidos y los oyentes difíciles irse solos. Algunos se persignaban y otros  rezando, pegaban el tropel por todas las veredas de calles inluz; acompañados solos de los cucayos que fluían como sombras fumando en la oscuridad, hasta llegar, a sus aposentos; con la promesa de no repetir llegar indes-hora sin orden de mamá y papá. En  una tarde muy hermosa  los niños salimos corriendo espantados, pues unos demonios perseguían  a la gente y agarraban a los más pequeños; portaban látigos, agua, huevos con harina y las lanzaban por doquier o directo hacer contacto con  algunos de los presentes a quien por mala fortuna le tocaba ser mojado o con el rostro totalmente blanco. Todo una gran bulla, los demonios tocaban tambor y pito y la danza no faltaba. De pronto gritos desgarradores de mujeres y voces altas de hombres: !!Se muere el abuelo, se muere el abuelo!! Shipo y Leonardo, trataban de reanimarlo, con masaje en el pecho y respiración de boca a boca y el mundo se paralizo, ya no sonaron los pitos y los tambores alegres, ahora se dejaba escuchar solo la marcha y redoble  fúnebre, acompañando al viejo a tomar su canoa por las corrientes cristalinas de las venas del universo hacia el inframundo y, se  acabaron los cuentos las y leyendas. Se acabaron las anécdotas y las historias, de aquel hombre bonachón, grande y moreno. Se fue el abuelo Lorenzo y con él, el libro mágico que transportaban a los niños, jóvenes y grandes,  al mundo maravilloso de la imaginación.!!
Dios te salve Coatlicue, llena eres de gracia y de desgracia, parida de la sombra. Luz tremenda, devoradora que repartes las mazorcas de tus manos, de tu collar de corazones, del cráneo con que ciñes tu cintura. Madre tierra de donde parte y a donde llega todo, amargo y dulce nuestro, terriblemente tierna, tiernamente terrible, míranos crecer, multiplicarnos, pegados a tu difícil carne litográfica, en tu tatuaje de estrellas en donde hace sus cónclaves el cosmos. Tú, la sabia, la que elevas las serpientes de la tierra hasta las sienes, hasta la altura de los pensamientos; tú, la docta, eje de roca, binomio que fusiona tierra y cielo; tú, la culta, eleva nuestro barro hasta tu altura, enciéndenos, con esa incandescencia de la entraña de la que proceden tu belleza de espanto, tu ríspida ternura, los dos ofidios en los que se besan, arriba, las sangres de la vida y de la muerte. Madre: cuando juntaste el cielo con la tierra para crear la chispa del milagro, una palabra, un acto, un testamento, se hicieron a sentar su sitio en el espacio. Así naciste el tiempo, en el interior de esta la nuestra casa, un manojo de células apenas para medir el río de la sangre, para medir el miedo y la alegría, el dolor, los dolores: el del hueso y el del pensamiento; para medir la dicha y el placer, el odio y el terror, y las canciones. Total, todo entraba dentro del ámbito de aquel milagro. Y hubo más: la arteria plural creció sus redes en la penumbra del rectángulo, se amplió hacia los destinos de la carne; hubo un vientre que se vistió con el dolor de las prisiones, que se nutrió con el alcohol homicida de la mitad de la calle, con el ansia del mercader, con el desencanto del baldado; hubo un vientre que mordió el amargo por los desheredados, por los desposeídos, por los que llevan la vida como un puñal clavado entre los días, por el cuchillo que empuñó el suicida. Pero también tocó la luz, la hizo, y ahí; en el centro de la luz y de la sombra, creció la eternidad del sumo verbo. Madre: cuando juntaste el cielo con la tierra estallaste la chispa del milagro. Diosa te salve, Coatlicue, padre nuestro que estás en el universo, zumo de tu principio dual. La enorme culebra de tu centro aparece debajo de tu falda para lancear las humedades de la primavera, para hacer girar los astros sobre el brioso eje de tu punzada exacta. Diosa te salve, Coatlicue, padre nuestro, trinitaria estructura en ascenso de sus trece cielos, garras de águila. Madre nuestra: levántanos, agítanos; míranos ciegos, postrados, inmóviles, con el aliento vencido ante el pavor por la misteriosa simetría. Hijos de tu vientre telúrico, frutos de tu útero de lava, niños somos del terror con el que la tierra alcanza su alegría. Míranos, madre, míranos ciegos. Indefensos ante el terremoto, entre los dientes bestiales de la tormenta, reos del miedo, y del valor del necio, bajo el fogonazo del relámpago. Cúbrenos, madre, bajo tu falda de serpientes, en medio de tu sínodo de estrellas, en la adolorida cruz de tu cuerpo de piedra. Nosotros, los planetas de tu entraña te ofrendamos la evanescente algarabía de los cascabeles con los que nos dotaste para el canto.

Inversamente proporcional la enanés mental de AMLO a su perversidad: Alux K'aas

De la Mesa de Redacción De Arcano Político “Es su enanés mental y moral, inversamente proporcional a su gran perversidad saqueadora y as...